En un camino de tierra un grupo camina hacia la cámara, el sol y el calor los hace parecer un espejismo. Cuando se van acercando vemos detalles: la mayoría son hombres, cargan además de ollas y fruta, arcos y flechas. ¿Es una peregrinación? El ritmo de la caminata asemeja más a una tropa, aunque hay cantos que asemejan sonidos de pájaros. Más cerca vemos que aunque la mayoría tiene el torso desnudo hay un hombre joven con una camiseta de Gucci. Después, en un acercamiento vemos al líder del grupo, un hombre mayor que carga una escopeta al hombro y dedica a la cámara una mirada desafiante.
Entre el espejismo y el desafío se mueve El cielo que cae (A Queda do Céu), documental dirigido por Eryk Rocha, que se estrena en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes.
El grupo, de la etnia Yanomami, se dirige a una fiesta Reahu, que reúne a varias comunidades en conmemoración del fallecido suegro y mentor de Davi Kopenawa Yanomami, el líder y chamán del grupo. La audiencia está invitada pero la participación está condicionada a abrir la mente, a no pensar en lo que los napë -blancos, forasteros- consideramos carencias. Se apela a la empatía, la lucha de los yanomami es la misma de toda la humanidad, igual a los discursos del Acuerdo de París: detener la sobrexplotación de la tierra y salvar al planeta.
El nombre de la película es una profecía yanomami que dice que el cielo puede caer y desencadenar los males en la tierra. Para esto se invocan espíritus xapiri en sesiones chamánicas con yakoana, La palabra superstición cae cuando oímos los signos de la profecía: tormentas cada vez más fuertes; epidemias desconocidas, carencia de agua, envenenamiento con mercurio.
Los realizadores trabajaron de siete años con la comunidad Waitoriki, además de los 10 años que ha pasado Gabriela Carneiro da Cunha como activista en el Amazonas, tuvieron la asesoría de antropólogos María Luisa Machado y Bruce Albert. No se puede pedir mayor conocimiento y respeto a este acercamiento. Pero la confianza hacia los napë tiene límites; la cámara – y los espectadores- enfrentan el reclamo de un chamán “ hoy me estás filmando pero ¿son ustedes verdaderos aliados?, mis nietos nacieron aquí, ¿tú protegerás su tierra?
Con una edición muy precisa, el documental no pierde tiempo en explicaciones. Si queremos saber qué es la yakoana o en dónde está el territorio Yanomami tendremos que consultar Google, o aún mejor el portal de la Asociación Hutukara Yanomami. El cielo que cae no pretende dar información, ni siquiera conocimiento. Aspira a despertar conciencias y a inspirar movimientos de conservación ambientales. Intenta hacerlo con imágenes brillantes de día, oníricas de noche, mostrando la belleza de las caras, el cuidado de los maquillajes festivos, los cantos rítmicos, la agudeza mental necesaria para los duelos verbales entre chamanes que pueden durar toda la noche. Nos hablan, pero no hay imágenes, de reuniones exclusivas de hombres en los que se gritan amenazas y groserías unos a otros; no muy diferente de una cantina o un bar animados en un fin de semana.
Davi Kopenawa Yanomami es -además de chamán y líder de la comunidad- conocido activista en todo el mundo, su discurso es muy estructurado, sabe en dónde y a quién golpear, conoce las palabras adecuadas “agrobusiness” y ”merchandise people”. Sus palabras son efectivas pero es más conmovedor oír a una madre aterrada porque los mineros violen a sus hijas, o la abuela que teme no dejarles a sus nietos un lugar para vivir. En esos momentos la cámara permanece congruentemente paralizada.
Eryk Rocha ejerce su derecho de reconocido documentalista- ganador del premio L’Oeil d’Or con Cinema Novo en este mismo festiva- para usar imágenes de La Nature de Artavazd Pelechian’ , aunque la relación con el documental es forzada ¿necesitamos ver más imágenes de edificios destruidos como metáfora de la caída de la civilización? Lo que necesitamos es que la voz de los yanomami y otras etnias que luchan por su supervivencia se oigan en el mundo y eso lo están logrando con este documental.
Dirección: Eryk Rocha, Gabriela Carneiro da Cunha
Con: Davi Kopenawa, Justino, Givaldo, Raimundo y Dinarte Yanomami, Guiomar Kopenawa, Roseane Yariana, comunidad Watoriki
Guion: Eryk Rocha, Gabriela Carneiro da Cunha basados en el libro The Falling Sky de Davi Kopenawa Yanomami y Bruce Albert
Productores: Eryk Rocha, Gabriela Carneiro da Cunha, Donatella Palermo
Fotografía: Eryk Rocha y Bernard Machado
Edición: Renato Vallone
Sonido: Guile Martins y Marcos Lopes
Música: Watoriki Community
Compañías productoras: Aruac Filmes (Brasil); Les Films d’ici (Francia) in coproducción con Stemal Entertainment (Italia), Rai Cinema and Hutukara Associacao Yanomami (Brasil)
Ventas Internacionales: Rediance
Festival Internacional de Cannes (Quincena de Realizadores)
En yanomamo y portugués
110 minutos