El Paraíso se estrena en la sección Orizzonti del Festival de Venecia y está dirigida por Enrico Maria Artale, director italiano de exitosas series de televisión italianas como Django y Romulus.
Su primer largometraje, Il terzo tempo (El tercer tiempo), se estrenó en Orizzonti en 2013, donde recibió el Premio Opera Prima Pasinetti. En El Paraíso, Artale crea una atmósfera claustrofóbica en la que el espectador se siente tan atrapado como el hijo desventurado, cuya madre dominante controla todos sus movimientos y sabotea cualquier posibilidad de escapar.
Como en María, llena eres de gracia (Sundance 2004), de Joshua Marston, El Paraíso nos recuerda lo desechables que son las “mulas”, las personas que pasan drogas de contrabando a través de las fronteras en su tracto intestinal. Aquí la mula es Inés (María del Rosario), una joven colombiana que expulsa los óvulos de cocaína ingeridos una vez llegada a Roma. Esto trastorna la dinámica familiar disfuncional, pero Artale realiza una inteligente inversión de papeles, y un hombre acaba introduciendo de contrabando las cenizas de su madre en Colombia. Podría leerse como una aguda sátira de Saturno devorando a sus hijos, pero se aproxima más a un viaje sentimental.
Las culturas italiana e hispana están plagadas de hijos de mamá, hombres cuyo desarrollo se ve truncado por sus madres, que a su vez perpetúan el machismo y los incapacitan para madurar como seres independientes. Este rasgo suele representarse en comedias, pero en El Paraíso toma un cariz más oscuro, quizá no tan letal como en Psicosis y películas similares, pero sí mordaz y reconocible.
La actriz Margarita Rosa De Francisco aporta una fuerza feroz a su papel de madre drogadicta que se aferra a su hijo mientras trabaja como traficante. Conocida actriz, compositora y novelista colombiana, realiza una interpretación intrépida, aunque el guión podría haber permitido más matices más allá de un papel de latina temperamental. Su pasado permanece rodeado de misterio; como descubre su hijo, su engaño se remonta a décadas atrás. Sin embargo, él está atrapado bajo su tiránico dominio, e incluso su decisión final de romper con su control obedece a los últimos deseos de su madre.
El actor Edoardo Pesce resulta convincente como el desventurado hijo Julio, bien intencionado pero ineficaz, que demuestra amor y compasión bajo su reprimida y sumisa personalidad. Pesce, que aportó la idea original para el guión, es un personaje bicultural que parece sentirse a gusto tanto en español como en italiano. (Ganó un premio David di Donatello al mejor actor por su interpretación de un violento matón en Dogman, de Matteo Garrone).
Esta película, oscura y claustrofóbica, podría haber derivado fácilmente hacia el territorio de la telenovela, pero el director Artale evita en su mayor parte las trampas del sentimentalismo – excepto cuando la música toca temas relacionados con la madre. Es un alivio que no aparezcan más muertes en pantalla, pero nos hace conscientes de los peligros que enfrentan las “mulas” y el costo humano del tráfico de drogas.
La cinematografía nos sumerge en esta relación sofocante. Los primeros planos son quizá inevitables en el interior de la abarrotada casa y en un club nocturno donde los cuerpos sudorosos transmiten la alegría que la música latina aporta a los nostálgicos emigrantes. La proximidad de la cámara también capta su sensación de estar atrapados en un laberinto dictado por las despiadadas leyes del tráfico internacional de drogas. Incluso un médico está involucrado, entregando medicamentos que sirven para diluir la cocaína pura importada; le pagan en especie.
La música desempeña un papel esencial en El Paraíso: la salsa, las cumbias y las rumbas dan a la película un ritmo palpitante que contrasta elocuentemente con la tristeza de sus protagonistas. Suaves boleros aportan una intimidad casi incestuosa al lento baile de Julio con su madre borracha. El legendario cantante mexicano Juan Gabriel entona Amor Eterno, rebosante de pasión filial. En las escenas finales, la poderosa y cálida voz de Celia Cruz interpreta el bolero clásico Te Busco, que acompaña el regreso de Julio a sus raíces colombianas, todavía en busca de una identidad y sentido.
Director, guionista: Enrico Maria Artale
Elenco: Edoardo Pesce, Margarita Rosa De Francisco, Maria Del Rosario, Gabriel Montesi
Productores: Matteo Rovere and Andrea Paris, Carla Altieri and Roberto De Paolis
Cinematografia: Francesco Di Giacomo
Edición: Valeria Sapienza
Productoras: Ascent Film, Young Films, in association with Rai Cinema (Italia)
Ventas Globales: Bendita Film Sales
Evento del estreno: Festival de Cine de Venecia (Orizzonti)
En italiano y español
106 minutos