“Este es un nuevo mundo”, anuncia gozosamente la directora brasileña Lillah Halla en Levante, su película que debuta en la Semana de la Crítica de Cannes: Las jugadoras de voleibol del club CE Leste hacen bromas en el vestuario, bailan desnudas en la ducha, una desafía a las otras a ponerse una “máscara de menstruación”. a entrenadora es revolucionaria porque incluyó a una jugadora transgénero, Ya se lo imaginan. Son jóvenes, atléticas e independientes. Pero, pensándolo bien, no del todo.
A la mejor jugadora del grupo, Sofia (Ayomi Domenica) de diecisiete años le avisan que es la principal candidata a una beca deportiva el mismo día que descubre que está embarazada. El embarazo es producto de una relación casual, apenas un nivel encima de una aventura de una noche. “El chico de la moto” es como lo conocemos. Quedarse con el bebé ni siquiera pasa por la mente de Sofía, pero el aborto es ilegal en Brasil…
El título original de la película Levante no está relacionado con la zona geopolítica homónima, sino con un movimiento de voleibol: levantamiento; el momento en que un jugador “salva” la pelota. La metáfora es constante en la película; todas las chicas del equipo quieren divertirse pero también una vida mejor. Sus familias comparten la misma esperanza para el futuro.
Sofía está, por supuesto, devastada. Y, como tantas mujeres antes que ella, intenta abortar de cualquier manera posible, involucrando por accidente a los miembros fanáticos de una secta. En su lucha descubre quién está de su lado y quién desafiará la ley. Lo que se supone que es una elección privada se convierte en un asunto público con violencia expresada de muchas maneras.
La película se mueve con energía, gracias a la diestra cámara de Wilssa Esser, la rápida edición de Eva Randolph, la música hip-hop y también por el espíritu contagioso del elenco que realmente trabaja en equipo. Ayomi Domenica utiliza sabiamente su experiencia teatral con mínimas expresiones faciales y la agilidad corporal de un atleta.
Lilla Halla, la directora, no pudo evitar –o quizás no quiso– los estereotipos de toda película donde se presenta un embarazo: una mujer posando de lado en el espejo fingiendo el abultamiento por un bebé; náuseas matutinas; una prueba de embarazo en un baño público. Solo espero que en las próximas generaciones algún director se dé cuenta de que no todas las mujeres hacen eso exactamente de la misma manera y que hay otras formas de expresar los sentimientos en esta situación. Pero la directora sabe que está trabajando con un tema que impacta a las mujeres y sus familias en todas partes y así arma la película; como un asunto personal y político. Desde la furiosa y luego solidaria reacción del padre de Sofía al motín de los fanáticos religiosos; estas escenas pueden ocurrir en gran parte del mundo y el daño sólo podrá ser evitado por una sociedad consciente
Director: Lillah Halla
Guion: María Elena Morán y Lillah Halla
Elenco: Ayomi Domenica, Loro Bardot, Grace Passô, Gláucia Vandeveld, Rômulo Braga
Coproductores: Santiago López, Hernán Musaluppi, Diego Robino
Productores ejecutivos: Clarissa Guarilha, Rafaella Costa, Louise Bellicaud, Claire Charles-Gervais
Coproductores: Santiago López, Hernán Musaluppi, Diego Robino
Fotografía: Wilssa Esser
Diseñador de production: Maíra Mesquita
Edición: Eva Randolph
Música: Maria Beraldo con la participación de Badsista / Juçara Marçal
Sonido: Rubén Valdés
Compañías de producción: Arissas (Brasil), Manjericão Filmes (Brasil), In Vivo Films (France), Cimarrón Cine (Uruguay)
Ventas internacionales: M-Appeal
Reseñada en: International Film Festival Cannes (Semana de la Crítica)
En portugués
99 minutos