Veinticuatro años después de la primera denuncia por acoso sexual a un político en España, Iciar Bollaín cuenta la historia en Soy Nevenka con sensibilidad y urgencia.
Sir Isaac Newton dijo que su perspectiva era mejor que la de sus antecesores porque estaba parado en hombros de gigantes. Las mujeres del movimiento #metoo, las que aparecieron en la portada de la revista Time, las que denunciaron a celebridades, están paradas en los hombros de otras mujeres en apariencia frágiles con una voluntad de gigantes. Una de estas mujeres fue Nevenka Fernández la primera mujer en España que en el año 2000 denunció y llevó a juicio a un alcalde por acoso sexual y laboral.
Nevenka Fernández (Mireia Oriol) es una joven de 24 años que es contratada en el ayuntamiento de Ponferrada, recién egresada de la Universidad. A pesar de su inexperiencia y juventud es puesta a las órdenes directas del alcalde Ismael (Urko Olazábal), conocido mujeriego. Alguien con más malicia hubiera sospechado algo turbio cuando le dieron, sin consultarla, el manejo de las finanzas. Nevenka no sospecha nada y tampoco le parecen mal las atenciones que Ismael tiene con ella. Muy pronto el trato preferente se vuelve un acoso del que Nevenka no puede escapar sin arruinar su futuro y poner en riesgo a su familia.
Iciar Bollaín centra su película no en el juicio- que podría ser apasionante por la perspectiva del abogado – sino en el desarrollo del abuso. Al recorrer con la protagonista las etapas del acoso vemos como una persona va siendo enredada por un abusador lenta e inexorablemente. Al principio Ismael trata de seducirla fingiendo un amor avasallador. “Un caballero es simplemente un lobo paciente” decía Lana Turner. Este lobo no tarda mucho en mostrar los colmillos y exhibirse no solo como un depredador sexual sino como un corrupto, ofreciendo un mejor puesto y propiedades a cambio de favores.
La cara de Mireia Oriol, la protagonista se va transformando con mucha plasticidad y muestra no sólo el cambio cuando está siendo acosada sino la transformación de la primera fragilidad hasta el momento en el que aparece la fuerza para la decisión de denunciar y llevar a juicio a su agresor. La narrativa fragmentada hace que el contraste sea frecuente y la audiencia se pregunte como la protagonista llegó a ese estado. El guión nos hacen notar con frecuencia que este no es un caso no contra un jefe, ni siquiera el propietario de una empresa sino del líder, casi dueño de la ciudad y encargado de manejar los fondos del estado.
Iciar Bollaín había tratado ya el tema de las mujeres sobrevivientes de agresiones en Te doy mis ojos (2003) en donde hace un retrato sobresaliente de la violencia doméstica humanizando al agresor; oímos su voz junto a la de la mujer. Aquí también nos acerca a Ismael que tiene encanto, es un líder, un ser querido por todos los del pueblo, incluyendo a los padres de la acosada y que puede hipnotizar a una chica joven en su primer trabajo. Nevenka proyecta una imagen de frescura y fragilidad que la hacen más atractiva para un depredador. Bollaín dirige con sensibilidad las escenas de acoso, se agradece que no haya mucho detalle sino planos muy cerrados, la voz repelente del agresor y la cara aterrada y asqueada de la protagonista.
La sociedad española no estaba lista para el #metoo en el 2000 y el país entero le cerró las puertas a Nevenka Fernández después del juicio, no encontró trabajo y tuvo que cambiar de país. Sigue siendo una luchadora porque esta película se hizo con su consentimiento y con su cooperación.
Veinticuatro años después de este caso ¿para qué hacer esta película? los comentarios en la rueda de prensa y los folletos de centros de apoyo en casos de abusos repartidos en la función responden que además de pertinente, es necesaria.
Dirección: Iciar Bollain
Guion: Iciar Bollain Pérez-Minguez, Isa Campo Villar
Intérpretes: Mireia Oriol, Urko Olazabal
Productores: Koldo Zuazua, Juan Moreno
Fotografía: Gris Jordana
Montaje: Nacho Ruiz Capillas
Música: Xavi Font
Sonido: Iñaki Díez
Compañías productoras: NVA PELI A.I.E. (España), Koldo Zuazua, Kowalski Films S.L. (España), Feelgood Media S.L. (España)
Ventas: Film Factory Entertainment S.L.
Distribución: Buenavista Internacional (España)Running time: 117 min
En español
Exhibición: Festival Internacional de San Sebastián (Sección oficial).