Cine Verdict: El sexo en la edad madura no es un tema usual en el cine, ¿Cómo llegaste a él?
PO: Me inspiré en mi madre y en mi abuela, ambas mujeres muy tradicionales. Cuidé a mi madre durante dos años, por una enfermedad. Entonces arreglaba y limpiaba su habitación tratando de que estuviera ella estuviera cómoda. En esto me encontré una foto de ella joven, desnuda. Hasta ese momento no había pensado en ella en ese aspecto. Con esto tuvimos una conversación muy linda. Años antes mi abuela me había contado que para ella el sexo, el placer no significaba nada. De allí salió la idea, la inspiración y evolucionó a una historia de ficción,
CV: En el material de prensa viene la fotografía de tu madre ¿Qué opina ella de esto?
PO: Mami es tradicional pero ya está acostumbrada a que yo le pueda salir con cualquier cosa. Cuando empecé a escribir le dije “mira mami voy a tener que usar tu foto, porque para el pitch es perfecto”. Y ella me decía “pero todo el mundo me verá desnuda!”, y yo le decía “pero si a ti nadie te conoce, si no la sacaste de joven, sácala ahora para que vean lo que tenías”. Ella se rio y me autorizó.
CV: En Mamacruz, sólo hay un solo personaje masculino, Eduardo, el esposo de Cruz, y no pesa mucho ¿Por qué?
PO: Yo escribo como algo muy personal, desde mi experiencia y fue muy difícil escribir el personaje de Eduardo, ¡dificilísimo! No sé lo que es tener una familia con una figura masculina. Yo viví toda la vida con mi abuela y era una casa de mujeres. Tuve que investigar mucho y empecé a trabajar desde la desconexión.
Me interesaba trabajar con Cruz en esta etapa de su vida, quiere a su esposo, pero es casi como un hermano. Hace como un intento de acercamiento y como no logra nada, se libera y se busca su propia fantasía. Para mí eso era lo más importante poder decir que nuestro cuerpo es un ente de deseo completo, que no necesitamos a otra persona.
A mí la migración me ha enseñado que se puede ser feliz estando sola, sola sin mi familia, sin mi casa, sin nada de lo que significa para mí un hogar, así entiendes que la felicidad vive en tu propio cuerpo.
No buscaba hacer una película de pareja sino de realización y descubrimiento personal.
CV: En el grupo de mujeres se ven muy cómodas hablando de sexo, en una generación en la que no es lo usual ¿Cómo lo lograste?
PO: Cuando hice el casting fue desde la improvisación. Hice un perfil de cada personaje, y ellas hacían un monólogo en función de ese perfil. Esto ayudó a ver su capacidad como actrices para representar un personaje pero también el vínculo afectivo; la empatía que podía general la mujer que estaba allí con el personaje que estábamos creando.
CV: Hay una escena en que las mujeres fuman, es muy onírica y parece que están fumando opio y no marihuana ¿Es el efecto deseado?
PO: ¡Si, era eso! No había nada estructurado. Hicimos una improvisación y yo les dije a las mujeres, “este viaje para que cada una ustedes aproveche y saque su fantasía”. Yo había escrito una fantasía pero después les dije “pónganle lo que ustedes quieran”. La mujer que dice estoy con dos negros, uno delante y otro detrás…” eso no lo escribí yo.
La puesta en escena la hicimos con cámara en mano, puse música muy suave de fondo y la hicimos en dos partes. La primera parte eran ellas bailando, tocándose, acariciándose, nosotros íbamos buscándolas con la cámara, una cara, las manos… Después grabamos por separado los monólogos y los editamos. Era una experiencia que trascendía fumarse un porro, era una conexión consigo misma
CV: ¿Por qué todas las conversaciones -incluso la confesión en la iglesia- quedan inconclusas?
PO: Porque hay cosas que no se saben, ni siquiera cuando estás haciendo un documental. Yo creo que el cine es para preguntarse cosas, no para responder nada. Me interesa dejar una tercera posibilidad, ¿qué va a pasar con Cruz y el marido? No lo sé ¿Algún día se dirán lo que se tienen que decir? No lo sé. Yo detesto cuando una película me dice todo porque no me deja espacio a mi como espectadora de dialogar con lo que estoy viendo.
CV: ¿Cómo fue trabajar con Kiti Málver, una actriz consagrada?
PO: Fue facilísimo trabajar con ella. ¡Yo agradezco muchísimo el haber podido tener a Kiti! Es una persona muy disciplinada y super respetuosa, está consciente de lo que es hacer una película, no solo desde el punto de vista creativo sino también de las necesidades de producción. Hace un trabajo super disciplinado con el guion, el texto y subtexto. Hasta los gestos. Eso fue antes del rodaje y cuando llegamos a él no había nada más que hacer, yo sabía que Kiti se convertía en Mamacruz y solo quedaba esperar que la magia ocurriera.